Ciencia
Las enfermedades actuales más comunes generan, de un modo lento, daños acumulativos, y son el producto de una compleja interacción entre los pensamientos, emociones, sentimientos, personalidad, biología, entramado socio-económico-cultural y ecosistema.
El estrés es hoy reconocido como causa, o agravante, de muchas de las enfermedades de acumulación lenta. Los agentes estresantes físicos, agudos o crónicos, y los psicológicos y sociales, generan hechos corporales reales que rompen el equilibrio homeostático del cuerpo y activan las respuestas fisiológicas involuntarias que nos preparan para el conflicto o la huida: secreción de ciertas hormonas (e inhibición de otras) para elevar la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y respiratorio, el metabolismo basal y el flujo de sangre a los músculos.
Las condiciones de la vida contemporánea nos colocan permanentemente frente a situaciones en las que se desencadena una respuesta fisiológica que ha evolucionado para responder a emergencias agudas de tipo físico y que tiene efectos desastrosos cuando son provocadas de modo crónico.
Cualquier práctica de ejercitación psicofísica (y esto incluye a la mayor parte del Yoga y a los sistemas de entrenamiento deportivo que se practican actualmente) que se oriente al logro y superación de objetivos forzando al cuerpo a realizar determinadas posturas, estiramientos, tensiones o respiraciones excesivas, actúa como un agente estresante que activa las consecuencias fisiológicas nocivas esperables.
Una práctica saludable y terapéutica debe enfocarse en inducir, a través una selección adecuada de ejercicios y del modo correcto de realizarlos, los efectos psicofísicos de la Respuesta de Relajación.